Los Relatos de DonToño
Don Toño deja correr su pluma para narrar lo que le viene en mente. Puede ser de su pasado, de su presente... lo que recuerda y hace a otros recordar. Lo que hace estos días diferentes a su pasado. Habla de su vida en los Estados Unidos y como el cambio de cultura , de idioma y de sabores le afectan positiva o negativamente. Todo en un lenguaje de pueblo, con gracia y sin tapujos...
martes, 29 de julio de 2025
El Centro Capuchino
martes, 3 de junio de 2025
Una tarde en "La Perla
Una tarde en La Perla
Fueron casi 75 años para yo bajar a La Perla… Así como temía ir a Colombia, del mismo modo temía ir a esta comunidad.
Es que la fama que crean algunos sitios por uno que otro incidente o por la historia que arrastran, hacen que uno tema a exponerse a sufrir algún percance. Muchas veces son los medios de comunicación los que influyen en esos pensamientos.
Pues fuimos a Colombia, no una sino dos veces y la experiencia fue maravillosa. Fuimos a áreas turísticas y otras de la gente de a pie.
Con eso en mente y por los cuentos que escuchaba de amigos y familiares, decidí que era ya el momento de conocer La Perla por mí mismo sin importar lo que hubiese leído u oido.
Fue un sábado super caluroso. Me estacioné en el parking de doña Fela y caminé hasta la Parroquia San Francisco en donde me esperaban mi esposa y una amiga mutua quien conocía muy de cerca “la comunidad” y tiene allí buenas amistades.
Subimos por “la barandilla” y llegamos hasta un puente elevado que te da acceso a “la comunidad”.
Desde antes de bajar, nuestra amiga empezaba a gritar el nombre de Migdalia y una doñita salió a contestar el saludo. Buen comienzo…(aunque Migdalia no era Migdalia sino Mildred). Allí retozamos un rato, par de chistes y ningún chisme.
Bajamos por el callejón y llegamos hasta un negocio abierto en donde nos esperaba una bella mujer y su hermana, nacidas y criadas en “La Perla”.
Nos hicieron sentir como en familia entre Medallas, Michelob’s, cuajo y olores.
_“ Mi hermana cocina los fines de semana y esto se llena de los vecinos que son clientes fijos, amén de todo el que quiera disfrutar de la sazón de mi hermana, que no es por ná, pero hay que decirle usted y tenga.”
De eso tengo que dar fe, ya que me comí el mejor bistec rebozado con arroz y habichuelas colorás que hacía tiempo no me comía. El cuajito a otro nivel y tuve que traerme para mi casa una orden.
Mientras estuvimos allí charloteando en aquella mesa improvisada, pasaron muchos vecinos a buscar su comidita o a saludar a los presentes.
Gente que han vivido toda su vida o gran parte de su vida en esa comunidad. Gente que fueron “glorias” en sus buenos tiempos y han hecho de “La Perla”, su refugio. Como Joe Medina, un grande de la plena.
_ “Yo tuve el mejor maestro… Pellín Rodriguez allá en Villa Palmeras. Me mezclé con los grandes como Cortijo y con Ismael Rivera. Canté al lado de Cheo Feliciano y de Celia Cruz entre otros”.
Joe es una institución en “la Comunidad”, charlatán, alegre y amistoso como pueden ustedes ver y lo pueden ver cantando en cualquier esquina de “la comunidad”
Hay que recordar los inicios de “La Perla”. En los tiempos de España, lo sucio se hacía detrás de “Las Murallas”. Allí estaba el cementerio y el matadero. Poco a poco fueron habilitando varios bohíos.
Al llegar los americanos y al comenzar la construcción de grandes edificios, los trabajadores de la construcción empezaron a construir casuchas por ser un lugar accesible para conseguir trabajo. “La Comunidad” empezó siendo un arrabal del que muchos en San Juan sentían vergüenza. Con la llegada de los populares y el proyecto “Manos a la Obra”, fueron muchos los campesinos que se mudaban del cerro pa’ buscar trabajo en la Capital. La vivienda era escasa y “La Perla” fue la solución de vivienda para esa clase trabajadora.
Hay que recordar “La Carreta” de René Marquez en donde se ilustra en el segundo acto la vida de “la Comunidad”.
Doña Fela, hizo mucho por la Perla, así como muchos otros políticos en busca de votos.
Con los americanos llegaron también los Frailes Capuchinos quienes suplantaron a los frailes españoles Franciscanos en el viejo San Juan.
A mediados de los 40, llegó un fraile americano y se integró a la Comunidad”. El Padre Bernard se mezclaba con todos allá abajo y logró habilitar una casucha y la convirtió en Iglesia a la que llamó “San Conrado”.
El Padre Bernard estuvo 42 años de su vida allí. Comía y se daba el palo con todos. Les jalaba las orejas a algunos con la Paz y el Amos que lo caracterizaban.
Mi cuñado y compadre Fray Jimmy Casellas estuvo también 12 años dándole amor y consuelo a esa Comunidad.
_ “mira si esa gente de la comunidad son unidos… recuerdo un día en que estaba dando misa y una muchacha con un bebé estaba parada al fondo de la Iglesia. Al terminar la celebración, la gente empezaron a rodear a la muchacha y ella les explicó que el padre del bebé era de allí, y que ella lo estaba buscando porque no tenía a donde ir ni sabia que iba hacer.-“
Fray Jimmy me dijo que no pasaron 45 minutos y la comunidad reconociendo quien era el padre, le buscaron un sitio donde vivir, le llevaron comida y ropa y lo más necesario… !Esa es la gente de la Perla”!
Al terminar la comelata nos llevaron a recorrer parte de “La Perla”. El sitio es precioso y la vista que tiene hacia el mar y los monumentos históricos es envidiable.
Tengo que decir que la experiencia que tuve en mi visita fue como ir a mis raíces a conocer mi identidad.
En estos días, “La Comunidad” se ha hecho famosa y muchos como yo la quieren conocer.
Si yo fuera a comparar la experiencia de visitar “La Comuna 13” en Colombia con la visita a “La Perla”, tengo que adelantarte que en Colombia se ha hecho un destino turístico de un poblado pobre y con historia y tu vas a un comercio que vale mucho hoy en día por la valentía de los que sobrevivieron la salvaje historia de aquella Comuna.
No busques en “La Perla” lo que ofrecen los destinos turísticos de otros países.
La Perla es para vivirla y admirarla. Dicen que tienen reglas que tienes que seguirlas. Eso no es así… Es sentido común lo que tu le permites a quienes visitan tu casa. La Perla es la casa de muchos compatriotas que quieren hacer de ese lugar un ejemplo a seguir. Gracias por recibirnos y compartir con nosotros…
jueves, 9 de mayo de 2024
Poesía negroide: Fortunato Vizcarrondo
Fue en la escuela intermedia Las Américas en Puerto Nuevo en donde por primera vez sentí lo que era la poesía negra. Un maestro de español trajo a un estudiante a declamar esos versos que nos cautivaron a todos en el salón. Allí me enamoré…
Me transportaron al Barrio San Antón de Ponce en donde nací con comadrona en el 1950. San Antonio era un barrio de negros, pobre pero muy alegre. Tan alegre que fue allí donde nació la plana y también allí se hizo Isabel La Negra. Papi tenía sin pasto como. De tres cuerdas en donde criaba sus vacas y sus cerdos. Yo era su sombra y siempre que me lo permitía lo acompañaba a ordeñar la vaca. Aun cuando nos mudamos de allí a la calle Estrella, el mantenía su pasto. Recuerdo una noche volviendo de San Antón a la Estrella pasar por un callejón en donde se tocaba plena y la gente cantaba bebía. Era para mí una fiesta… Pero recuerdo a papi ir hacia la casa de donde provenía el jolgorio y quitarse el sombrero y hablar c on un negrito y su esposa. Allí en la calle había una mesa con un mantel blanco y muchas flores y lo que parecía se como una muñeca. Ante mis preguntas, papi me dijo que no era una fiesta sino un velorio y lo que parecía una muñeca era un bebé. Nunca usó la palabra baquiné, pero al yo crecer comprendí que eso es lo que era.
Mis amiguitos del barrio eran todos negritos y el viejo barrigón que vendía las alcapurrias de yuca y otras frituras, mas negro no podía ser. Aunque blanco de piel, era raza y esa cultura para mí no era desconocida.
De Ponce saltamos a la loza y tres años después a Carolina. Otro pueblo costero en donde la raza negra no se puede ocultar y es esa la que prevalece y manda.
Entré a la escuela superior Julio Vizcarrondo Coronado en donde la mayoría de mis amistades eran negros. Alli me atreví a decir mis primeros versos negroides y fue la maestra de teatro de la High, Ludmila Trenche Viera la que me empujó para que lo siguiera haciendo. Y lo hice miles de veces en fiestas, graduaciones, radio, televisión y hasta en Patronales. Para mí el hablar como los negros de aquella época no era difícil porque había convivido con ellos.
En faraón del verso negroide lo era Juan Boria y yo le seguía los pasos. Lo llegué a conocer y fuimos invitados ambos a hablar sobre el tema en una escuela superior. El por supuesto me llevaba una gran delantera, además de los años, su color. El era negro y yo tenía que convencer a todos. Del negro que yo llevaba dentro.
Leí todo lo que pude sobre el tema y recuerdo perfectamente que luego de una entrevista que tuve con Osvaldo Agüero, el sonidista de la estación, un cubano , me regaló un disco de un declamador negroide cubano: Luis Carbonell. Puede comparar su estilo cubano con el recitar negroide de Puerto Rico.
Pero me faltaba conocer a un poeta negroide. Por medio de su hija logré entrevistarme con su padre: Fortunato Vizcarrondo, autor de “Y tu Aguela, adonde está”, entre mucha otras.
Aquí les comparto esa conversación que tuve con don Fortunato. La entrevista la hice más o menos en 1975. Casi 50 años atrás. LES ADELANTO QUE NO ES LA MEJOR GRABACION.
Espero que la disfrutes.
domingo, 10 de marzo de 2024
El Duo Somi
martes, 2 de mayo de 2023
Xavi
Si dolor me causó tu muerte, más fuerte es el dolor que siento hoy al no estar en esta fiesta celestial para darte la despedida al paraíso eterno… Mi compromiso de Padre me obliga a estar lejos.
Las emociones que siento se entremezclan y en esa película de la vida, veo en vivo y a todo color un grupo de muchachos llenos de esperanza y mucha fe. Muchachos sin ninguna maldad ni malicia. Tu y yo estamos ahí, bien Flacos y bien pelús. A la vuelta redonda veo entre otros a Albert, a YImo, a Yayi, a Mirna y Sonia, a Frank, Pablo, Georgie, Maritza, a Bongo, a Titi, Peco, los Lebrón, a Mascota, a Evelyn, a Harry, a Siri… que muchos éramos, hoy seríamos tremendo corillo. Teníamos muchas cosas en común… te velabas con mucho celo el bienestar de tus hermanos Reinaldo y Maritza. Yo velaba por mis hermanas y por David que te espera allá arriba.
Teníamos gustos similares entre ellos la música. Fueron muchas las noches que el corillo se iban a mi cuarto a escuchar música rodeados de cartones de huevos para la mejor acústica. La salsa fina, Joan Manuel Serrat, Haciendo Punto, Charles Aznavour, Piero, Richie Ray y Bobby Cruz.
Sin emborracharnos y menos drogarnos.
No éramos Santos… pero obedecimos la voz de Dios…
“Qué atrevidos fuimos, me confesaste hace meses atrás. Íbamos a hablarle a los muchachos en los retiros de qué significaba ser hijo y porque creer en Dios, sin ninguna educación ni ningún libreto. Escribimos muchas charlas que aún hoy día se utilizan.
Tu ibas a ponchar con Neida, perdón Evelyn, y cuando te botaban, caías en casa. Nos confesábamos uno al otro. Muchas veces lloré contigo la enfermedad de tu padre y los años del mío. Don Guelo era mi pana y doña Julia mi jefa… Me hizo empapelarle la casa y el dichoso roto de la sala. Casi un mes estuve allí oyendo sus instrucciones y obedeciendo como buen macho…
Xavi, podría seguir hablando por horas de lo que fue nuestra amistad… una amistad que se interrumpió por casi 35 años cuando me fui a la Estados Unidos. Una amistad que después de todo ese tiempo nos volvimos a encontrar con hijos y nietos que sería nuestro tema preferido.
Dios me regaló la dicha de poder verte y abrazarte el pasado Lunes. No quería entrar a tu cuarto para no molestar tu sueño, pero el Padre Jimmy entró a ejercer sus oficios de sacerdote y a los pocos minutos salió porque estabas preguntando por mí …
Fue un honor conocerte y tú estar en mi vida y yo en la tuya. Te amo hermano. Nos vemos pronto…