jueves, 9 de mayo de 2024

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Poesía negroide: Fortunato Vizcarrondo


Fue en la escuela intermedia Las Américas en Puerto Nuevo en donde por primera vez sentí lo que era la poesía negra. Un maestro de español trajo a un estudiante a declamar esos versos que nos cautivaron a todos en el salón. Allí me enamoré…


Me transportaron al Barrio San Antón de Ponce en donde nací con comadrona en el 1950. San Antonio era un barrio de negros, pobre pero muy alegre. Tan alegre que fue allí donde nació la plana y también allí se hizo Isabel La Negra. Papi tenía sin pasto como. De tres cuerdas en donde criaba sus vacas y sus cerdos. Yo era su sombra y siempre que me lo permitía lo acompañaba a ordeñar la vaca. Aun cuando nos mudamos de allí a la calle Estrella, el mantenía su pasto. Recuerdo una noche volviendo de San Antón a la Estrella pasar por un callejón en donde se tocaba plena y la gente cantaba bebía. Era para mí una fiesta… Pero recuerdo a papi ir hacia la casa de donde provenía el jolgorio y quitarse el sombrero y hablar c on un negrito y su esposa. Allí en la calle había una mesa con un mantel blanco y muchas flores y lo que parecía se como una muñeca. Ante mis preguntas, papi me dijo que no era una fiesta sino un velorio y lo que parecía una muñeca era un bebé. Nunca usó la palabra baquiné, pero al yo crecer comprendí que eso es lo que era.


Mis amiguitos del barrio eran todos negritos y el viejo barrigón que vendía las alcapurrias de yuca y otras frituras, mas negro no podía ser. Aunque blanco de piel, era raza y esa cultura para mí no era desconocida.


De Ponce saltamos a la loza y tres años después a Carolina. Otro pueblo costero en donde la raza negra no se puede ocultar y es esa la que prevalece y manda.


Entré a la escuela superior Julio Vizcarrondo Coronado en donde la mayoría de mis amistades eran negros. Alli me atreví a decir mis primeros versos negroides y fue la maestra de teatro de la High, Ludmila Trenche Viera la que me empujó para que lo siguiera haciendo. Y lo hice miles de veces en fiestas, graduaciones, radio, televisión y hasta en Patronales. Para mí el hablar como los negros de aquella época no era difícil porque había convivido con ellos.


En faraón del verso negroide lo era Juan Boria y yo le seguía los pasos. Lo llegué a conocer y fuimos invitados ambos a hablar sobre el tema en una escuela superior. El por supuesto me llevaba una gran delantera, además de los años, su color.  El era negro y yo tenía que convencer a todos. Del negro que yo llevaba dentro.


Leí todo lo que pude sobre el tema y recuerdo perfectamente que luego de una entrevista que tuve con Osvaldo Agüero, el sonidista de la estación, un cubano , me regaló un disco de un declamador negroide cubano: Luis Carbonell. Puede comparar su estilo cubano con el recitar negroide de Puerto Rico.


Pero me faltaba conocer a un poeta negroide. Por medio de su hija logré entrevistarme con su padre: Fortunato Vizcarrondo, autor de “Y tu Aguela, adonde está”, entre mucha otras.


Aquí les comparto esa conversación que tuve con don Fortunato. La entrevista la hice más o menos en 1975. Casi 50 años atrás. LES ADELANTO QUE NO ES LA MEJOR GRABACION.


Espero que la disfrutes.









domingo, 10 de marzo de 2024

El Duo Somi





Hay amistades que nunca se olvidan… este es el caso de las hermanas Matos. Sonia, Myrna y Myra. Eran de aquel grupo de amigos de Villa Carolina que nos criamos juntos allá para los anos 70 y 80. Como dije en otros relatos éramos parte del MPJ o Movimiento Posible de la Juventud o sencillamente: Muchos Pendejos Juntos. Pero que juventud tan linda tuvimos que hasta hoy día, nos seguimos buscando y viendo. 

 Ya he contado de nuestra vivencias y andanzas…. Pero hoy me detengo para compartir con ustedes una joya que he encontrado y que se que muchos van a disfrutar. De las tres hermanas Matos, Sonia y Myrna unían sus voces para crear un duo al que llamarían el Duo Somi. No había actividad en donde ellas faltaran. Tuve la oportunidad de hacer apariciones, cuando me dedicaba a recitar poesías negroides, y actuábamos juntos.

Recuerdo una muy especial en donde el Decanato de Estudiantes de la Universidad de Puerto Rico nos invito para llevar entretenimiento a los estudiantes en la Residencia donde se hospedaban. Fue en la plazoleta frente a la Torre, al aire libre. Ali se reunieron y se sentaron en el piso docenas de ellos a reír y cantar con nosotros. 

 Recuerdo ademas una aparición que tuvimos en el programa de Radio “Medianoche Diferente” de Richie Ray y Bobby Cruz. Sonia y Myrna decidieron canta “La lluvia”… Fue una sorpresa para todos cuando Bobby Cruz y Vicky Vimarie le hicieron el coro al duo Somi… “Yab duba, llava llava duba”… 

 Pero sus grandes presentaciones las dieron a un publico muy selecto: sus amigos y su comunidad religiosa. Fueron muchos los retiros y misas que se adornaban con sus voces. De parrandas y fiestas… ni hablar. 

 La voz de Myrna she apago hace unos anos atrás. Precisamente muy cerca a nuestro regreso a Puerto Rico a vivir. Estuvimos 34 anos lejos y sin vernos y cuando surge la oportunidad de un rencuentro, te me fuiste. 

 Te dije al principio que había encontrado una joya. Yo siempre fui muy apasionado a la Radio, la musica y las grabaciones. En mi cuarto, forrado con cartones de huevos, se dieron varias veladas. Una de ellas quedo grabada y es hoy, junto a ti que la hago publica. Son tres canciones que hace cerca de 50 anos grabaron en mi cuarto… 

Gracias al Duo Somi por haber estado en mi vida. Gracias Myrna por dejarnos tu voz y un bello recuerdo.

PD: No hay video ni fotos en you tube. Tan solo el audio de hace sobre 50 anos atras...







martes, 2 de mayo de 2023

Xavi



 

Si dolor me causó tu muerte, más fuerte es el dolor que siento hoy al no estar en esta fiesta celestial para darte la despedida al paraíso eterno… Mi compromiso de Padre me obliga a estar lejos.


Las emociones que siento se entremezclan y en esa película de la vida, veo en vivo y a todo color un grupo de muchachos llenos de esperanza y mucha fe. Muchachos sin ninguna maldad ni malicia. Tu y yo estamos ahí, bien Flacos y bien pelús. A la vuelta redonda veo entre otros a Albert, a YImo, a Yayi, a Mirna y Sonia, a Frank, Pablo, Georgie, Maritza, a Bongo, a Titi, Peco, los Lebrón, a Mascota, a Evelyn, a Harry, a Siri… que muchos éramos, hoy seríamos tremendo corillo. Teníamos muchas cosas en común… te velabas con mucho celo el bienestar de tus hermanos Reinaldo y Maritza. Yo velaba por mis hermanas y por David que te espera allá arriba.  

Teníamos gustos similares entre ellos la música. Fueron muchas las noches que el corillo se iban a mi cuarto a escuchar música rodeados de cartones de huevos para la mejor acústica. La salsa fina, Joan Manuel Serrat, Haciendo Punto, Charles Aznavour, Piero, Richie Ray y Bobby Cruz.


Sin emborracharnos y menos drogarnos.

No éramos Santos… pero obedecimos la voz de Dios…

“Qué atrevidos fuimos, me confesaste hace meses atrás. Íbamos a hablarle a los muchachos en los retiros de qué significaba ser hijo y porque creer en Dios, sin ninguna educación ni ningún libreto. Escribimos muchas charlas que aún hoy día se utilizan.

Tu ibas a ponchar con Neida, perdón Evelyn, y cuando te botaban, caías en casa. Nos confesábamos uno al otro. Muchas veces lloré contigo la enfermedad de tu padre y los años del mío. Don Guelo era mi pana y doña Julia mi jefa… Me hizo empapelarle la casa y el dichoso roto de la sala. Casi un mes estuve allí oyendo sus instrucciones y obedeciendo como buen macho…


Xavi,  podría seguir hablando por horas de lo que fue nuestra amistad… una amistad que se interrumpió por casi 35 años cuando me fui a la Estados Unidos. Una amistad que después de todo ese tiempo nos volvimos a encontrar con hijos y nietos que sería nuestro tema preferido.

Dios me regaló la dicha de poder verte y abrazarte el pasado Lunes. No quería entrar a tu cuarto para no molestar tu sueño, pero el Padre Jimmy entró a ejercer sus oficios de sacerdote y a los pocos minutos salió porque estabas preguntando por mí …


Fue un honor conocerte y tú estar en mi vida y yo en la tuya. Te amo hermano. Nos vemos pronto…

domingo, 20 de febrero de 2022

Un buen vecino


Nací en Ponce, Puerto Rico en 1950 . Me crié en un pueblo muy conservador, de mucha tradición y sobre todo muy familiar.  Se decía en aquel entonces que el vecino era tu familia. A mis 36 años nos fuimos mi esposa y mis dos hijos a los Estados Unidos donde vivimos unos 34 años. A un sitio muy lejos de la realidad puertorriqueña. A un sitio donde ya tu vecino no es familia sino un miembro más de una comunidad.  No un familiar, sino un socio por los intereses en común. Digamos, el valor de una propiedad.    Práctico pero no fraternal.

Tengo que decir que en los 34 años de vida en los USA, nos manteníamos yendo y viniendo a Puerto Rico específicamente a  la comunidad en donde residimos en la actualidad. Mi esposa se crió aqui y fue el hogar de mis suegros por sobre 50 años.  Al retirarnos ambos decidimos mudarnos definitivamente aquí . Mis hijos, nietos y  biznieta aún viven allá pero nos visitan con frecuencia. 

Me mudé de un país en donde se vive en comunidades reglamentadas a la quinta expresión. En donde muy raras veces conoces a tus vecinos. En donde se paga por todo y todo conlleva un permiso o varios permisos.

 Si quieres ampliar tu casa o poner una verja, tienes que pedir un permiso a la ciudad, al condado y a la Asociación de Residentes. Sin los tres permisos no puedes hacer nada. 

La Asociación te dicta los colores que puedes usar para pintar tu casa y la marca de pintura que vas a usar. Te dice hasta que hora puedes tener tu carro en frente a tu casa y si te dormiste y se te olvidó, la grúa se lo llevó y deberás pagar unos $275.00 para que te lo entreguen. Te dice que hasta las 10 de la noche puedes poner música  o  si no te llaman a la policía. Te dicen cuando tu grama está alta o tiene yerba mala y te dan un plazo para corregir la ofensa. Todo esto so pena de desacato en donde pondrán un "líen" en la propiedad. Si quieres vender tu casa esa cantidad es parte de la deuda de la casa... sólo les doy unos ejemplos, porque la lista de deberes y obligaciones es larguísima.

Una de las primeras cosas que hice al mudarme a mi nueva comunidad fue solicitar el Reglamento que  gobierna la Urbanización . Les digo que me llevé  tremenda sorpresa al encontrarme que el único deber de los residentes era la de ser "Buen Vecino".  Nada de penalidades, ni de permisos, ni de cartas de colores, ni de restricciones, ni de multas monetarias.

Pero, todos los vecinos...  son buenos?

Vamos a tratar de definir lo que es ser buen vecino. Para mí, es familia y socio. Sí,  una mezcla de los gringos y los puertorriqueños. Pero por supuesto, no a los extremos.

Es hacer uso de la razón y pensar en los otros y no en ti. Es respeto, consideración y tolerancia. Esto es necesario para vivir en una comunidad. De no estar dispuesto a vivir en comunidad se debe vivir alejado de todos y en una finca es lo ideal.

Es una fata de respeto a mis vecinos el vivir en una casa destartalada, sin pintar, rodeados de yerbajo o basura. Es como decir a todos :"a mí ustedes no me importan, me vale poco. No me importa que el valor de tu casa deprecie y que estés perdiendo dinero. Me importa poco afear el lugar. Me importa un comino que tú,  con sacrificios embellezcas tu casa. Que pases horas largas limpiando el frente y tu patio, mientras yo lavo el carro o estoy tira'o viendo tv o jugando en la computadora".


Es una falta de consideración tener  música demasiado alta o peor aún hasta altas horas de la noche. Es como decirle a todos : "me importa un pepino que tengas que trabajar mañana, que no te guste la salsa o los sermones religiosos, que tengas un bebé que se despertó con el ruido"...

Es no tener conciencia cuando se tienen animales realengos. Es no saber que tus perros ladran tan fuerte a cualquier hora del día que a ti no te molestan,  pero a tus vecinos sí. Que tu gato chulito o tu perrito  bonito se va a las las casas de los vecinos a hacer sus necesidades. Que son ellos los que tienen que desinfectar y limpiar lo que tu gato chulito o tu perrito bonito hicieron. 

Es una falta de respeto hacer de tu casa un negocio, ampliando y construyendo apartamentos y alquilando al primero que llega. Los inquilinos no se sienten en su casa y pudieran valerles un pepino angolo la comunidad que los residentes quieren tener. Ellos no son propietarios pero sí son residentes ... o  convertir tu casa en taller de mecánica o almacén. Cada cosa debe tener su sitio y una comunidad de residentes no es el sitio.

Me podrán decir que -"Mi casa es mi castillo y nadie puede decirme lo que tengo que hacer.-"  Cierto... pero desgraciadamente decidiste vivir en una comunidad y no en una finca o parcela... y eso quiere decir que tiene que existir la Unidad Común para poder tener Paz que es lo que TODOS queremos. Tus derechos empiezan donde comienzan los míos y viceversa.

Todos queremos tener Paz y Tranquilidad. Eso implica que yo tengo que ser el ejemplo para poder pedir.

Claro que puedes hacer fiestas, tocar música y recibir en tu casa a quien tú quieras. Sólo sé prudente en la

hora y el volumen de tu música. Claro que puedes pintar de tu color preferido pero no trates de llamar la atención con colores chillones tipo "Pepto Bismol".

Tus vecinos son como tu familia y no tu familia. No llegues al punto de meter la cuchara en donde no tienes derecho a meterla ni permitas que nadie meta su cuchara en tus asuntos. Familia en el sentido de la palabra y no en el sentido del derecho.

Todo esto y mucho más es para mí, ser un "Buen Vecino" para que no se impongan regulaciones y sanciones como hacen los gringos... o,  ¿tendremos que hacerlo?












miércoles, 6 de marzo de 2019

Mi prima Lilliam



Llegó con un sobre manila en sus manos...

Era Noviembre del 2016. Vino acompañada de sus hijos José y Jorge, tres de sus nietos y la esposa de Jorge. En mi casa la esperábamos toda mi familia incluyendo alguno de mis nietos. Ellos estaban pasando unos días por acá en la Florida Central y habíamos acordado reunirnos ese jueves para celebrar juntos el día de Acción de Gracias.

Cuando venían a la Florida, Lilliam al igual que mi primo Lito, me tenían acostumbrado a recibirlos y pasar un día juntos. Al pricipio venía con Jaime, su esposo, luego con  alguno de sus hijos.

Comimos, bebimos, hicimos chistes y hasta uno que otro chisme se contó. Seguía con su sobre manila entre sus manos hasta que decidió dármelo.

Me dijo que haciendo resaque había encontrado unos fotos que quería que yo tuviera.

Yo abrí el sobre manila con ansiedad y encontré cosas que jamás pensé que encontraría. No quise darle importancia porque tenía un taco y no quería llorar. Lo escondí para seguir la alegría de la ocasión.

No fue hasta el próximo día que tuve los pantalones de meterme en aquel sobre.

Lilliam me llamaba su primo-hijo. Cuando mi madre me trajo al mundo, Lilliam vivía con nosotros porque mi tía Idilia estaba por los niuyores buscando fortuna. A la hora del parto,  Milla se puso mala y la comadrona sacó al muchacho y se lo puso en los brazos a Lilliam que observaba estupefacta el alumbramiento. Fueron las primeras manos que me acariciaron y quizás los primeros labios que me besaron. Desde ese momento fue un amor más allá que el de primos.



Aunque siempre sentí su amor, no podía imaginar cuán grande era, hasta que abrí aquel sobre de manila.




Allí encontré una carta que le hice cuando tenía yo ocho años de edad. Hoy tengo sesenta y ocho... Por sesenta años ella guardó aquella cartita como un tesoro.

Encontré fotos que nunca había visto. Entre ellas dos de cuando era niño. Las más viejas de mí y las  únicas que tengo .



Cuando llegaban las vacaciones de verano, Milla nos repartía a pasar los dos meses con la familia y amistades porque ella tenia que trabajar. Era en casa de tití Idilia o en casa de Lilliam. Fueron muchos los veranos que pasé con ella. Recuerdo aquella casa de  Country Club y el olor a guayaba en su patio. Aún hoy en día, al oler la guayaba pienso en Lilliam y Jaime. Con ellos aprendí lo que es el amor a la tierra.

Lilliam era mi fanática número uno. Perdí la cuenta de las veces que declamé poesía negroide en cuanta actividad ella estaba envuelta. A ella yo no podía decirle que no.

Ella estaba orgullosa de mí y yo de ella. Recuerdo una convención en un hotel de Dorado en que me la encontré con Jaime representando al gobernador de Puerto Rico puesto que Jaime era uno de sus asesores.  Qué linda se veía mi prima en la mesa presidencial!!!

En aquel sobre manila encontré recuerdos de mi boda, recortes  de periódico, fotos de la familia en distintas épocas...

Así era Lilliam, porque yo sé que no fuí el único que recibió su amor de ésta manera.

En aquel sobre Manila se resumía una vida de amor de una prima-madre y de un primo- hijo.

Aquel día lloré como un niño porque comprendía que en aquel sobre manila había también una despedida.

Te extrañaré hasta que nos volvamos a encontrar...