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martes, 2 de mayo de 2023

Xavi



 

Si dolor me causó tu muerte, más fuerte es el dolor que siento hoy al no estar en esta fiesta celestial para darte la despedida al paraíso eterno… Mi compromiso de Padre me obliga a estar lejos.


Las emociones que siento se entremezclan y en esa película de la vida, veo en vivo y a todo color un grupo de muchachos llenos de esperanza y mucha fe. Muchachos sin ninguna maldad ni malicia. Tu y yo estamos ahí, bien Flacos y bien pelús. A la vuelta redonda veo entre otros a Albert, a YImo, a Yayi, a Mirna y Sonia, a Frank, Pablo, Georgie, Maritza, a Bongo, a Titi, Peco, los Lebrón, a Mascota, a Evelyn, a Harry, a Siri… que muchos éramos, hoy seríamos tremendo corillo. Teníamos muchas cosas en común… te velabas con mucho celo el bienestar de tus hermanos Reinaldo y Maritza. Yo velaba por mis hermanas y por David que te espera allá arriba.  

Teníamos gustos similares entre ellos la música. Fueron muchas las noches que el corillo se iban a mi cuarto a escuchar música rodeados de cartones de huevos para la mejor acústica. La salsa fina, Joan Manuel Serrat, Haciendo Punto, Charles Aznavour, Piero, Richie Ray y Bobby Cruz.


Sin emborracharnos y menos drogarnos.

No éramos Santos… pero obedecimos la voz de Dios…

“Qué atrevidos fuimos, me confesaste hace meses atrás. Íbamos a hablarle a los muchachos en los retiros de qué significaba ser hijo y porque creer en Dios, sin ninguna educación ni ningún libreto. Escribimos muchas charlas que aún hoy día se utilizan.

Tu ibas a ponchar con Neida, perdón Evelyn, y cuando te botaban, caías en casa. Nos confesábamos uno al otro. Muchas veces lloré contigo la enfermedad de tu padre y los años del mío. Don Guelo era mi pana y doña Julia mi jefa… Me hizo empapelarle la casa y el dichoso roto de la sala. Casi un mes estuve allí oyendo sus instrucciones y obedeciendo como buen macho…


Xavi,  podría seguir hablando por horas de lo que fue nuestra amistad… una amistad que se interrumpió por casi 35 años cuando me fui a la Estados Unidos. Una amistad que después de todo ese tiempo nos volvimos a encontrar con hijos y nietos que sería nuestro tema preferido.

Dios me regaló la dicha de poder verte y abrazarte el pasado Lunes. No quería entrar a tu cuarto para no molestar tu sueño, pero el Padre Jimmy entró a ejercer sus oficios de sacerdote y a los pocos minutos salió porque estabas preguntando por mí …


Fue un honor conocerte y tú estar en mi vida y yo en la tuya. Te amo hermano. Nos vemos pronto…