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jueves, 13 de junio de 2013

Lo que extraño y no extraño de Puerto Rico

Al momento de escribir este relato llevo 28 años viviendo en los Estados Unidos, todos en la Florida Central. Y hay que describirlo así porque no es lo mismo vivir en el sur de la Florida, dígase Miami y áreas circundantes, el norte, Tallahassee, la capital, el oeste, Tampa o el este Melbourne... Lo digo porque unos sectores más que otros te acercan un poco más a tus costumbres, tu gente y tradiciones.
 
En todos éstos años uno aprende a echar de menos cosa que viviendo en la isla son normales y del diario vivir. Voy a tratar de hacer una lista de las cosas que extraño y de aquellas que Gracias a Dios no extraño en lo absoluto:
 
 
Extraño:
- Las reuniones familiares en cada día importante, madres, padres, navidades...
- Los asaltos navideños no esperados con buena música o con botellas y latas pero con buena gente...
- la nochebuena, la despedida de año, la víspera y día de Reyes
- llevar a los nenes a ver las vitrinas de las tiendas en navidad
- los buenos vecinos que son más que tu familia...
- los platitos que te trae la vecina cuando cocina algo que a tí te gusta...
- bendición papi, mami, tio, padrino...
- los vendedores ambulantes..."huevos a 30 por peso, bizcochos, plátanos"...
- la candidez de la gente
- el calorcito de la isla que es muy diferente al fuego de acá
- la muchas actividades en donde no se gasta mucho
- Las fiestas patronales, las verbenas, los festivales
- los pinchos, bacalaitos, pollos a la bbq  que se consiguen por todos lados
- las visitas que siempre llegan con su cajita de dulces de la panadería...
- las panaderías en donde puedes comprar pan caliente casi las 24 horas del día...
- los velorios con café, chocolate y pan o galletas
- las funerarias que no cierran a medianoche
- ir a la playa o al río con el caldero de arroz con pollo y habichuelas colorás...
- pasear por la isla y parar a comer lechón asa'o y llevar morcillas pa' freir en casa...
- tumbar mangós a pedrá limpia
- la muchachería jugando en la calle
- los olores del sofrito de la vecina o cuando frie chuletas o cuando se le secan las habichuelas que uno grita: "se queman las habichuelas"
- las campañas políticas, el chi jí, chijá...
- el día de las elecciones
- montarme en el carro con una bandera de mi partido e irme en caravana 
- seguir a los novios tocando bocina por todo el pueblo al salir de la iglesia
- la semana Santa, especialmente el Viernes Santo
- el pescao o mariscos de Viernes Santo
- la procesión
- las quenepas de Ponce, las arepas de Vieques, el Chicharrón de Bayamón, 
- los carritos de mantecado o helado
- las piragüas...¡ah, las piraguas!
- la vuelta del pendejo, por el mismo sitio siempre... En mi caso, el Condado y luego el Viejo San Juan...
- los artesanos
- las obras de teatro
- los torneos de pelota, baloncesto y volibol
- la plaza del mercado
- Los quinceañeros
- las fiestas de marquesina
- la bochinchera del barrio
- las Fiestas de Cruz, las misas de aguinaldo y de gallo
 
 No extraño:
- los perros ladrando a todas horas
- los vecinos alborotosos
- los tapones
- los que piden en todas las luces
- las largas filas para pagar
- la gente lavando el carro con la música a tó fuete
- el poco espacio en las calles
- el mucho cemento y poco verde en algunas áreas
- los negocios con bocinas en la calle y música de salsa o bachata 
- los bocinazos por cualquier cosa
- los colones 
- los bocones
- los tusa, los tecatos y atorrantes
- los fanáticos de todo tipo religiosos o políticos
- el guardia en la esquina tratando de dirigir el tráfico
 
 Mi doñita me dice que para ella lo que yo no echo de menos, ella si lo extraña porque es parte de nosotros... Hasta cierto punto ella tiene razón.