Al
momento de escribir este relato llevo 28 años viviendo en los Estados Unidos,
todos en la Florida Central. Y hay que describirlo así porque no es lo mismo
vivir en el sur de la Florida, dígase Miami y áreas circundantes, el norte,
Tallahassee, la capital, el oeste, Tampa o el este Melbourne... Lo digo porque
unos sectores más que otros te acercan un poco más a tus costumbres, tu gente y
tradiciones.
En
todos éstos años uno aprende a echar de menos cosa que viviendo en la isla son
normales y del diario vivir. Voy a tratar de hacer una lista de las cosas que
extraño y de aquellas que Gracias a Dios no extraño en lo absoluto:
Extraño:
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Las reuniones familiares en cada día importante, madres, padres, navidades...
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Los asaltos navideños no esperados con buena música o con botellas y latas pero
con buena gente...
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la nochebuena, la despedida de año, la víspera y día de Reyes
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llevar a los nenes a ver las vitrinas de las tiendas en navidad
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los buenos vecinos que son más que tu familia...
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los platitos que te trae la vecina cuando cocina algo que a tí te gusta...
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bendición papi, mami, tio, padrino...
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los vendedores ambulantes..."huevos a 30 por peso, bizcochos,
plátanos"...
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la candidez de la gente
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el calorcito de la isla que es muy diferente al fuego de acá
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la muchas actividades en donde no se gasta mucho
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Las fiestas patronales, las verbenas, los festivales
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los pinchos, bacalaitos, pollos a la bbq que se consiguen por todos lados
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las visitas que siempre llegan con su cajita de dulces de la panadería...
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las panaderías en donde puedes comprar pan caliente casi las 24 horas del
día...
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los velorios con café, chocolate y pan o galletas
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las funerarias que no cierran a medianoche
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ir a la playa o al río con el caldero de arroz con pollo y habichuelas
colorás...
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pasear por la isla y parar a comer lechón asa'o y llevar morcillas pa' freir en
casa...
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tumbar mangós a pedrá limpia
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la muchachería jugando en la calle
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los olores del sofrito de la vecina o cuando frie chuletas o cuando se le secan
las habichuelas que uno grita: "se queman las habichuelas"
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las campañas políticas, el chi jí, chijá...
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el día de las elecciones
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montarme en el carro con una bandera de mi partido e irme en caravana
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seguir a los novios tocando bocina por todo el pueblo al salir de la iglesia
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la semana Santa, especialmente el Viernes Santo
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el pescao o mariscos de Viernes Santo
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la procesión
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las quenepas de Ponce, las arepas de Vieques, el Chicharrón de Bayamón,
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los carritos de mantecado o helado
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las piragüas...¡ah, las piraguas!
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la vuelta del pendejo, por el mismo sitio siempre... En mi caso, el Condado y
luego el Viejo San Juan...
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los artesanos
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las obras de teatro
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los torneos de pelota, baloncesto y volibol
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la plaza del mercado
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Los quinceañeros
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las fiestas de marquesina
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la bochinchera del barrio
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las Fiestas de Cruz, las misas de aguinaldo y de gallo
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los perros ladrando a todas horas
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los vecinos alborotosos
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los tapones
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los que piden en todas las luces
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las largas filas para pagar
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la gente lavando el carro con la música a tó fuete
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el poco espacio en las calles
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el mucho cemento y poco verde en algunas áreas
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los negocios con bocinas en la calle y música de salsa o bachata
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los bocinazos por cualquier cosa
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los colones
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los bocones
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los tusa, los tecatos y atorrantes
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los fanáticos de todo tipo religiosos o políticos
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el guardia en la esquina tratando de dirigir el tráfico
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